Un
invierno más, y ya son 4 con este, Hector
Bintanel, Sergio Gonzalez, F.J. Sampietro, Juan y Gonzalo Dean y un servidor
nos acercamos al entorno de Ejea de los Caballeros para realizar la primera
visita del censo de Grullas / Common crane (Grus
grus) invernantes en la zona.
Bando de grullas en la formación típica en V |
Este
censo se realiza de manera simultánea en toda la Península Ibérica y Marruecos
y está coordinado por J.A. Román, A. Torrijos y A. Onrubia. Como novedad este
año, se ha ido registrando también la migración activa de las grullas durante
el paso post-nupcial, información que va cartografiando periódicamente y que
está disponible en el siguiente enlace:
http://www.grusextremadura.org/migracion2016/
La
metodología empleada es el recuento en dormideros, para lo cual hay que
localizar los puntos donde se concentran las grullas para pasar la noche los
días previos o incluso ese mismo día al amanecer, buscar puntos con buena
visibilidad pero lo suficientemente alejados de las grullas como para evitar
molestias y se cuentan las grullas cada 20 minutos desde las 16:00 hasta la caída
del sol (ver Prieta and Del Moral, 2008 para más detalles).
Grullas posadas junto al carrizal de Sopeña |
Pues bien, el caso es que sobre las 16:00
estaba yo colocado en un cabezo con buena visión de la balsa, o mejor dicho,
del carrizal de Sopeña, con un bando unas 800 grullas posadas en un raso y
otras 500 en un rastrojo de maíz y varios aguiluchos Laguneros / Marsh harrier
(Circus aeruginosus) y pálidos / Hen
harriers (Circus cyaneus) posados en varios puntos esperando para entrar a dormir al
carrizal. Sin niebla, viento ni demasiado frío, todo iba perfecto y prometía un
maravilloso atardecer contando grullas y aguiluchos.
Aguilucho lagunero posado en un rastrojo viejo antes de entrar al carrizal |
Poco a poco, iban llegando más bandos, hasta
tener un máximo de 1700 grullas posadas a las 17:00. Sin embargo, a eso de las
17:20 entró en escena un joven imbécil montado en un para-motor que, sin
prestar atención al personaje con telescopio que le braceaba y gritaba desde lo
alto de un cabezo indicándole que se desviase, se metió de lleno sobre el bando
de grullas posadas, y empezó a dar una y otra vuelta sobre ellas. Como es lógico,
las grullas levaron el vuelo, para gran satisfacción del inconsciente, que sin
duda estaba disfrutando de lo lindo volando entre más de mil grullas asustadas.
Hubo suerte y ninguna grulla se chocó contra el impresentable y menos mal,
porque sino ya estaba liada y desde luego, nadie habría visto al humano como el
único culpable, sino probablemente como el pobre aficionado al parapente que
había sido víctima del aumento desmesurado de las grullas.
Para-motor cruzando a pocos metros de mi mientras yo le indicaba que se desviase |
Tras los 20 minutos de actuación del humano
volador, este decidió volver a casa antes de que cayese la noche, momento que
aprovecharon varios grupos de grullas y aguiluchos para volver al dormidero.
Finalmente, nos recogíamos a las 18:15 con 900 grullas posadas y 48 aguiluchos
laguneros y 9 aguiluchos pálidos en el carrizal.
El resto de compañeros tuvieron más suerte en
los otros dormideros (2600+2144+7604+1850+2366), con un recuento total para la
zona de 17.464 grullas! cifra record que ojalá siga aumentando en años
venideros.
Prieta, J. and Del
Moral, J.C. (2008). La
grulla común invernante en España. Población en 2007 y método de censo.
SEO/Birdlife, Madrid