miércoles, 28 de febrero de 2018

Recordando el verano / Remembering the sumer


Estos días estamos teniendo unas nevadas tremendas y el campo rezuma agua por todas partes. Sin embargo, en unos meses todo estará sequísimo y los pájaros se concentrarán en los pocos puntos que mantengan agua. Uno de estos oasis estivales es la balseta que mi amigo Eduardo Blanco (https://ebmfoto.com/) construyó el año pasado en Corella, la cual tiene un estupendo hide desde el cual poder observar y fotografiar un buen número de especies sin molestar.
El verano pasado eché una mañana con él y pude disfrutar de lo lindo, a pesar de no tener ni idea de fotografía.  Resulta super curioso el comportamiento tan diferente de las distintas especies a la hora de bajar a beber y la jerarquía que se crea entre ellas. Así pues, mientras que los Pardillos / Common Linnet (Linaria cannabina), acuden en grupo, se posan directamente en el suelo, son super confiados y toleran a todo el mundo, los Bisbitas Campestres / Tawny Pipit (Anthus campestris) acuden de una en una, desconfiadas como ellos solos, posándose primero en las matas cercanas y dando guerra a pardillos, jilgueros, cogujadas…


Grupete de pardillos bebiendo tranquilos y sin meterse con nadie

Jilguero solitario, algo más gamberro que los pardillos pero igual de confiado

Pollo de Cogujada montesina, solitario, tranquilo y tolerante con el resto

Bisbita Campestre posado en las matas antes de entrar a a beber

Desconfiado, está constantemente mirando al cielo y a su alrededor

Y belicoso como él solo, dando caña a todo el que se le acerca 

También sorprende la diferencia de tamaño entre especies que no solemos ver juntas, como por ejemplo los Gorriones Chillones / Rock Sparrow (Petronia petronia) y los Pardillos.

Macho de Gorrión chillón, enorme en comparación con el pardillo de al lado

El mismo macho de Chillón, con hiperqueratosis en las patas

Una hembra de Gorrión chillón, tranquila en un posadero cercano

Vamos, que el espectáculo que nos regalan los pájaros en el bebedero compensa de sobra el esfuerzo de construirlo y mantenerlo!

Pollo de Alcaudón Meridional. Bicho elegante.


miércoles, 21 de febrero de 2018

Anillando Búhos Reales. El tamaño importa! / Ringing Eagle Owls. The size is important!


Siguiendo con el proyecto de anillamiento de Lechuzas Blancas / Barn Owls (Tyto alba), la semana pasada montamos el tinglado cerca de un corral con nidal ocupado del cual tenemos anillados el macho, la hembra y los 3 pollos que sacaron adelante en 2017. La noche estaba buena, sin viento, casi sin luna…prometía. Las dos primeras revisiones nos dieron roscos, pero como estabámos con Lander y Sergio se nos pasó rapida la espera. Cuando nos acercábamos para la tercera revision ya vimos desde lejos un pájaro enganchado en la red. Una campestre! dije yo. Pues vaya si abulta la tía! Añadió Lander. Y en efecto, cuando llegamos a la red, el que nos esperaba era un señor Búho Real / Eagle Owl (Bubo bubo), resoplando y golpeando el pico! En el centro de recuperación me toca atender cada año un buen número de Búhos Reales, pero no es lo mismo manejar una de estas máquinas de matar en el quirófano y con guantes de cuero hasta el codo, que sacarlo de una red niebla, sin guantes y con un frontal flojo de pilas. El caso es que una vez que sacamos al bicharraco, y disipamos los nervios con la risa tonta, comenzamos a disfrutar del momento que nos había regalado esa noche.

Búho real capturado durante el muestreo de Lechuzas.

Se trataba de un macho de 1.800 g nacido el año pasado, vamos, un ejemplar pequeño, pero imponente de todos modos, y tras anillarlo, medirlo e  inmortalizar con tres fotos de Lander Goñi un momento, que tal vez nunca vuelva a repetirse, y lo liberamos.


Segundos antes de liberarlo, ahora ya más tranquilos!

Al principio nos sorprendió que hubiese entrado el Búho al reclamo de la Lechuza Blanca, pero al revisar la bibliografía, resulta que esta especie es una de las más consumidas por el Búho Real en el Valle del Ebro (Serrano, 1998).

Composición de la dieta ornitófaga de B. bubo en el Valle del Ebro (Serrano 1998) 

Teniendo esto en cuenta y viendo el incremento que las poblaciones de Búho Real parecen estar experimentando en la Península Ibérica según el programa Noctua de SeoBirdlife, parece que la Lechuza Blanca tiene otro factor en su contra a sumar a la pérdida de puntos de nidificacion (Buijn, 1994), los atropeyos (Buijn, 1994; Newton et al., 1991) o el uso de raticidas (Newton et al., 1991).


Es lo que tiene la naturaleza, que está en constante cambio, a unas especies les va bien y otras pasan momentos difíciles, a veces por culpa del hombre pero a veces por motivos agenos a nosotros. Tradicionalmente hemos relacionado la presencia del Búho real con los roquedos y la alta densidad de conejo (Donazar, 1988; Serrano 1998), pero está claro que esta especie tiene una gran capacidad de adaptación, y que es capaz de ocupar agrosistemas pseudoestepáricos (Martínez and Calvo, 2001) donde antes tan solo aparecían el Mochuelo / Little Owl (Athene noctua) o la Lechuza Blanca (Tyto alba).

Hábitat típico de Búho real

Entorno donde lo capturamos el otro día


Búho real en una pequeña cantera de yesos del sur de Navarra donde nidifica

En fin, sea por lo que sea, es una realidad que hoy en nuestra región tenemos Búhos reales en casi cualquier habitat, de manera que habrá que echar unos guantes de cuero cuando montemos las redes por la noche, no sea que la próxima vez el Bú no nos perdone las manos!



Bruijn, O. (1994). Population ecology and conservation of the Barn Owl (Tyto alba) in farmland hábitats in Liemers and Achterhoek (The Netherlands). Ardea, 80: 1-109.

Donázar, J. A. (1988). Selecciónn de hábitat de nidificación por el Búho Real (Bubo bubo) en Navarra. Ardeola 35: 233-245.

Newton, I., Wyllie, I. and Asher, A. (1991) Mortality causes in British Barn Owls Tyto alba, with a discussion of aldrin-dieldrin poisoning. Ibis, 133: 162-169.

Martínez, J. E. and Calvo, J. F. (2000). Selección de ha´bitat de nidificacio´n por el Búho real Bubo bubo en ambientes mediterráneos semiáridos. Ardeola, 47: 215–220

Serrano, D. (1998). Diferencias interhabitat en la alimentación del Búho real (Bubo bubo) en el Valle medio del Ebro (NE de España): efecto de la disponibilidad de conejo (Oryctolagus cuniculus? Ardeola, 45: 35-46.

martes, 13 de febrero de 2018

Cuando el grajo vuela bajo hace un frío del carajo. Pues cuando lo hace la lechuza ya ni te cuento!


En invierno hace frío y nieva. Esta realidad a veces se nos olvida, pero los -4ºC y los 9 días seguidos de viento y aguanieve de este principio de Febrero nos lo han recordado rápidamente. El pasado jueves la meteorología cambió ligeramente dejando de llover y parando el viento, por lo que me animé a montar las redes para lechuzas. A las 4:00 sonaba el despertador y a las 4:30 tenía montada la primera red en una esparraguera a 150 metros de un corral donde tengo una pareja monitorizada desde hace 3 años que se me resiste en invierno. Unos cientos de metros más lejos, monté la segunda de las redes, esta vez en un prado juncal pequeño pero muy aparente y a menos de 100 metros de otro corral donde también tengo un nidal de lechuzas ocupado y con la hembra y pollos anillados de la primavera de 2017.
Con el tinglado en marcha aparqué en un alto entre los dos puntos con las ventanillas bajadas y me dispuse a sacar el termo de café y las magdalenas. Al ir a buscar el desayuno  me encontré el asiento de atrás de la furgo vacío, por lo que supuse que lo habría dejado olvidado en el primer punto al sacar los reclamos, así que nada, tuve que ir a revisar aun cuando no había pasado todavía la media hora de rigor. Las luces del coche iluminaron la bolsa del desayuno en el camino como era de esperar, pero también a una lechuza blanca volando directa a la red! 26 minutos había tardado este macho en caer!


Lo saqué rápidamente, ya que apenas se había enredado, y me alejé a mi punto alto para procesarlo. Con el subidón que da ver entrar una lechuza a tu red no me hacía ya falta el café para despejarme! Además este territorio se me estaba resistiendo como digo, y a pesar de tenerlo muy cerca de casa, no había sido capaz de capturar ninguna lechuza en invierno. Demasiados posaderos alrededor probablemente. Por lo que la alegría fue doble. Este ejemplar no estaba anillado, pero como en esa caja no había conseguido capturar al macho en el periodo reproductor, no puedo descartar que no se tratase de uno de los miembros de la pareja que se reproduce en este corral. Hasta el momento nunca he capturado en invierno ningún ejemplar de los marcados en primavera, y eso que trato de montar siempre cerca de corrales en los que tenga marcados al menos a la hembra y a los pollos de la última primavera y que he capturado muchas lechuzas entre Octubre y Febrero. Parece que los territorios están ocupados todo el año por lechuzas, pero no por las mismas, unas en el periodo reproductor y otras diferentes en invierno. Confío en poder confirmar esta hipótesis algún día.
Bueno,  a lo que vamos, que cuando solté al macho procesado era ya hora de revisar la segunda de las redes, la del prado juncal. Con los faros del coche la red se veía vacía, pero parecía estar algo tensa la bolsa de abajo, como si se hubiese enredado con alguna mata o algo similar, así que me puse el frontal y me acerqué a desenredarla. Vaya sorpresa gorda cuando compruebo que no se trataba de un enredón, sino de una lechuza campestre! Los 40 cm de los juncos ocultaban al pájaro que, estaba claro, había entrado en vuelo rasísimo!
Qué bicho más elegante con esos ojos amarillo limón! Cuando me dirigía al coche me sonreía yo sólo al pensar en el dicho de “cuando el grajo vuela bajo hace un frío del carajo”, está claro que con las campestres pasa lo mismo -4ºC y la campestre a ras de suelo!



 Procesé esta belleza y continué hasta las 7:30, ya sin más capturas y con algún que otro problema para desmontar los palos metálicos de la red, que se habían quedado soldados por la congelación y que no había manera de recoger. Y directo a la oficina con los dedos congelados y riéndome yo solo con el refranito dichoso. Si es que somos más simples!