La Sociedad de Ciencias Aranzadi promueve varios proyectos de seguimiento de las poblaciones de aves a largo plazo mediante técnicas de anillamiento. Uno de ellos es el conocido como EMAI (Estación de Monitorización de Aves Invernantes), en el cual llevo varios años participando. El objetivo de las EMAI es conocer la tendencia de las aves invernantes, para lo cual se proponen dos protocolos, uno basado en la metodología típica de las estaciones de esfuerzo constante, con un número fijo de redes colocadas siempre de la misma manera y abiertas desde el amanecer y durante 6 horas y otro basado en el anillamiento en dormideros, con metodología similar pero con un horario que va desde dos horas antes de anochecer hasta una hora tras el ocaso (http://www.aranzadi.eus/ornitologia/proyectos?lang=en ). En mi caso, me pareció que podría encajar mejor la segunda opción aprovechando el carrizal que se creó en el entorno de “la Rivalta” de Mendigorría con la restauración de ese antiguo meandro en 2009 (https://www.navarra.es/NR/rdonlyres/45E7621C-FB1F-48DF-A9FC-F977DB985A29/184746/TripticoRivalta.pdf ). Tras abrir unas calles en el carrizo e instalar una “pasarela” de palets para poder acceder a la zona más interesante, comenzamos con unos esperanzadores primeros muestreos, con cifras interesantes del amenazado escribano palustre / Red Bunting (Emberiza schoeniclus), que ocupaba este nuevo humedal al menos durante el mes de Noviembre y principios de Diciembre.
Uno de los primeros palustres de 2021 |
Maialen sacando pájaros en la pasarela de palets |
Sin embargo, el río Arga está sujeto a importantes cambios de nivel, y una riada potente a mediados de diciembre nos tumbó buena parte del carrizo mermado mucho la capacidad de acogida del humedal durante la segunda mitad del invierno y por lo tanto el número de capturas. En ese momento pensamos que eso sería la anécdota y que merecía la pena seguir con esta EMAI. Llegó noviembre de 2021 y volvimos a reabrir las calles en el carrizo, que tenía ahora un aspecto todavía mejor al del año pasado. El resultado del primer muestreo volvió a ser muy bueno de escribanos palustres / Red Bunting (Emberiza schoeniclus) y volvimos a recuperar la ilusión, pensando que este año podríamos terminar el invierno sin problemas, pero un par de semanas más tarde, el Arga nos dejó claro que ese era su terreno y con una nueva riada, todavía mayor que la del año anterior, nos inutilizó por completo la estación de anillamiento.
Imagen del la riada cubriendo por completo el carrizal |
Así que, con todo el dolor del
mundo, hemos entendido el mensaje, este nuevo humedal tiene una dinámica
fluvial muy intensa, con riadas recurrentes a principios del inverno, lo que lo
imposibilita el establecimiento de una estación EMAIN en el mismo. Sin embargo,
también nos ha quedado claro que tiene una gran importancia como punto de
parada para los escribanos palustres durante el comienzo del invierno, y en el
fondo, me alegro de que el río siga imponiéndose a nuestras necesidades, la
naturaleza manda.
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