sábado, 5 de febrero de 2022

Censo de grullas invernantes en las Cinco Villas, plantaciones industriales de frutales, parques eólicos...mal futuro / Census of wintering cranes in the Cinco Villas, industrial fruit plantations, wind turbine project...bad future

 

Como cada invierno desde 2014, un grupete de pajareros valientes nos hemos animado a censar las grullas que pasan el invierno en el entorno de Ejea y otros pueblos de las Cinco Villas. En esta zona, las grullas no suelen concentrarse en las lagunas para pasar la noche, sino que lo hacen en los rastrojos de arroz o maíz o en los campos de alfalfa, por lo que la ubicación exacta de los dormideros varía de un año a otro. Aun así, suelen mantener cinco zonas calientes; Buena Vista, Sopeña, Turruquel-Arana, Valareña-Sabinar y arroces de Dos Reinos, a las que en ocasiones se suma el embalse de Malvecino.



Grullas en el último revuelo justo antes del anochecer


Bando de grullas en el típico rastrojo de arroz donde duermen en Cinco Villas

A los problemas de molestias que veníamos registrando en años anteriores con personajes espantándolas justo antes del anochecer con quads, tractores e incluso parapentes con motor, se han sumado ahora las plantaciones masivas de frutales que se han llevado a cabo en Sopeña, inhabilitando esta zona como dormidero y lo que es todavía más preocupante, el mar de parques eólicos proyectados para esta zona que, de llegar a instalarse, se cobraran sin duda la vida de un buen montón de grullas.

 

Joven Cinco Villés levantando las grullas con su Quad


Otro aventurero haciendo lo propio con su parapente

 

Imagen de los miles de frutales plantados en el antiguo dormidero de Sopeña


Y la guinda del pastel, parques eólicos proyectados (en azul) en el entorno
de los dormideros (en rojo)

Aun con este desalentador futuro, nosotros no tiramos la toalla y seguimos volviendo fielmente a los mismos puntos en diciembre y enero para pasar frío mientras controlamos unos miles de grullas, concretamente 15.000 en diciembre y 9.000 en enero. Ahí es nada! 




Este año además, he contado con la inestimable colaboración de mi hijo pequeño Marco, que se ha animado a acompañarme los dos días. Ojalá estos malos pronósticos se queden en nada y mis hijos puedan volver a disfrutar del espectáculo de las grullas muchos años!

Mi hijo Marco buscando la nueva ubicación del dormidero de Sopeña
desde los altos de Laverné

Y fotografiando las grullas de los rastrojos junto al camino


Y aquí una de las fotos de Marco

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