Tras varios años sin subir nada al blog, este 2016 he
decidido retomarlo, veremos lo que duro.
El invierno es tiempo de censos de
aves y dentro de estos el primero en llegar es el SACIN, promovido por la SEO. Se basa en la realización
de una serie de transectos a pié, de 15 minutos que discurran por un hábitat
homogéneo anontando todos los contactos con aves vista u oidas
independientemente de la distancia a que se localicen (más detalles en http://www.seguimientodeaves.org/sacin/index4.php).
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Tarabilla común sobre zarzas heladas |
Este tipo de censos, coordinados por la European Bird Census
Council, permite obtener información comparable sobre las tendencias
de la abundancia invernal de las especies comunes de aves. A pesar de que lleva
pocos años desarrollandose, ya parecen entreverse algunas tendencias negativas
en varias de las especies ligadas a los agrosistemas extensivos de secano como
son el Alcaudón real (Lanius meridionalis / Southen Grey Shrike),
la Curruca rabilarga (Sylvia undata / Dartford Warbler),
la Cogujada común (Galerida cristata / Crested Lark),
la Perdiz roja (Alectoris rufa/ Red Legged Partidge), la
Calandria común (Melanocorypha calandra / Calandra Lark)
o el Cernícalo vulgar (Falco tinnunculus /Common kestrel).
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Curruca rabilarga, una de las especies que parecen estar disminuyendo |
Yo llevo realizándolo desde Noviembre de 2008 en la
cuadrícula WN9010, en el entorno de Mendigorría (Navarra) y sorprende las
grandes oscilaciones que aparecen entre un año y otro. Este invierno de 2015-16
por ejemplo ha sido el año de los bandos de pinzón vulgar (Fringilla coelebs / Common Chaffinch) con algún pinzón real (Fringilla montifringilla / Brambling) entre medio. El pinzón siempre es una de
las especies más frecuentes, pero este año ha sido sobresaliente.
La causas que han motivado este aumento no se pueden
identificar basándonos tan sólo en este tipo de monitorizaciones, ya que son
múltiples los factores que podrían originar un aumento o descenso de la
población invernante. Por una parte podría ser el reflejo de un incremento real
de la población debido a una buena cría, dato que podríamos comprobar
recurriendo a la captura para anillamiento y datado de un número representativo
de ejemplares. También podría ser consecuencia de una mayor concentración de
ejemplares asociada a un incremento en la disponibilidad de alimento, como por
ejemplo campos de girasol sin cosechar, opción que podríamos valorar si
dispusiesemos de un registro anual de los usos agrícolas de la zona. Pordría
estar relacionado con la meteorología en el área de invernada o de reproducción,
para lo que habría que conocer el origen de las aves que invernan en nuestra
zona, recurriendo nuevamente al anillamiento o estudio en mano de un número
elevado de ejemplares para poder determinar el origen preciso de las aves...
Pero aún sin que podamos saber las causas de este
incremento, salir dos mañanas de invierno a pasear durante 5 horas por la zona
donde vivimos, registrar estos cambios en la abundancia y disfrutar del
expectáculo de los bandos de fringilidos y de los ataques con que los Gavilanes (Accipiter nisus / Eurasian sparrowhawk) les castigan una y otra vez merece la pena.
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Gavilán sedimentado en las inmediaciones de un campo de girasol ocupado por fringílidos |