martes, 18 de julio de 2017

Casas baratas para cernícalos y lechuzas / Low cost houses for kestrels and barn owls


La colocación de nidales artificiales para cernícalo y lechuza es una práctica cada vez más habitual como herramienta de control de las plagas de roedores (Paz et al., 2012). Existen diversos modelos según la especie a que vayan destinados (Xoriger-Volcam, 2007) y generalmente, están construidas con madera o cemento de madera.
Pues bien, como el verano pasado tuve que pintar mi casa y tenía media docena de bidones de pintura vacíos, se me ocurrió que tal vez podría reciclarlos en forma de caja nido para cernícalo o lechuza. 

Una caladora, unas tablas viejas, unos tornillos y un par de horas fueron suficientes para tener listos estos 6 nidales de estética algo descuidada pero coste nulo y mimetismo total dentro de un corral de ovejas. 

El otoño de 2016 las coloqué, teniendo eso sí muy en cuenta que estuviesen a cubierto para evitar que el sol las calentase y que no fueran accesibles a mustélidos, y esta primavera tocaba revisarlas junto con el resto de nidales de madera convencionales.


Nidal artificial apto para lechuza, cernicalo, chova o grajilla


El primero de los bidones que revisé estaba intacto, sin rastro de haber sido visitado por nadie, pero en el segundo vino la primer alegría en forma de lechuza volando dentro del corral e interior de la caja lleno de egagrópilas, aunque sin huevos. Con algo más de esperanza continué con la revisión y con la tercera llegó el primer positivo; una hembra de lechuza incubando 6 huevos! Parece que nuestra gusto estético no coincide demasiado con el de las lechuzas, y a ellas un bidón de pintura les parece un hogar de lo más acogedor. Mes y medio más tarde estaba anillando los primeros 6 pollos de lechuza nacidos en mis bidones!


Hembra de lechuza capturada en uno de los bidones

Primeros pollos de lechuza nacidos en uno de los bidones
Nidal ocupado por la familia de lechuzas

El cuarto nidal estaba sin ocupar aunque con varias egagrópilas de cernícalo en el interior, lo que permitía mantener la esperanza. Y en el quinto llegó el primer cernícalo. Una hembra de primer año (euring 5) incubaba 3 huevos en un bidón en el que además habíamos colocado la tapa frontal girada, con lo que la construcción era todavía más cutre. A la cernícala no le importó en absoluto, y un mes más tarde, anillamos los primeros 3 pollos de cernícalo bidoneros!


Hembra de cernícalo capturada en uno de los bidones

Pollo de cernícalo asomando en el bidón con la tapa mal colocada

Y el último nidal también tuvo inquilinos ya en su primer temporada activo, una pareja de chovas nidificaron en el mismo, aunque terminaron la reproducción antes de mi revisión y no pude saber si llegaron a sacar pollos o si se limitaron a construir un nido. La próxima primavera estaremos más atentos!

Y viendo este tremendo éxito, sólo nos queda animar a todo el mudo a blanquear la fachada de la casa y construir con el bidón una de estas VPO!

Paz, A., Jareño, D., Arroyo, L., Viñuela, J., Arroyo, B., Mougeot, F., Luque-Larena, J.J. and Fargallo, J.A. (2012). Avian predators as biological control sysem of common vole (Micorotus arvalis) population in north-western Spaon: experimental set-up and preliminary results. Pest Manaement Science, 69: 444-450.

Xoriger-Volcam (2007). Manual para construir cajas nido y otros artilugios similares. Disponible en www.xoriguer.org

martes, 4 de julio de 2017

La difícil vida de los pollos de perdiz / The difficult life of the red-legged patridges chikcs

En el mes de Junio tiene lugar la eclosión de la mayoría de las puestas de perdiz Roja / Red-legged partridge (Alectoris rufa), una de las especies más representativas de los agrosistemas mediterráneos.

Hembra de perdiz roja con pollos de en torno a una semana

Para alcanzar esta meta, las pobres perdices han tenido que superar un sin fin de peligros y dificultades. Primero tuvieron que sobrevivir a la temporada de caza, donde morirían casi un 50% (Buenestado et al., 2009), después tendrían que conseguir encontrar un lugar adecuado para poder ubicar su nido, empresa cada vez más difícil en unos campos cada día más simplificados por la intensificación agrícola (Buenestado et al., 2009; Casas and Viñuela, 2010). Encontrado un buen emplazamiento para el nido, toca incubar la puesta, cruzando los dedos para no ser descubierta y depredada por el zorro, como le sucede a casi un 47 % sobre todo en los hábitats con pocos linderos (Villanúa et al 2011). Si no hubo suerte con los linderos y hubo de nidificar en un campo de cereal, la cosa se complica un poco más, ya que para en torno al 15 de Junio, fecha en que eclosiona la mayor parte de los nidos (Calderón, 1983), las cosechadoras suelen haber dado buena cuenta de las cebadas y están ya metiendo mano a los trigos, con la consiguiente pérdida de nidos de perdiz que todavía no ha eclocionado (Casas and Viñuela, 2010).

Hembra de perdiz roja incubando en un nido emplazado en un lindero
Nido de perdiz roja emplazado en campo de cebada y malogrado por la cosecha

Monocultivo de cereal, hábitat donde el éxito reproductor de la perdiz es muy bajo

Aún con todo esto, algunas puestas eclosionan y pasan a la segunda fase, crecer y alcanzar la edad adulta. En este momento juega nuevamente un papel fundamental el hábitat, ya que los pollos son casi exclusivamente insectívoros, y tan sólo las manchas de vegetación natural mantienen una cantidad suficiente de estos. De esta manera, en los ambientes heterogéneos en los que se hayan mantenido manchas de vegetación natural, los pollos encontrarán fácilmente el alimento necesario, pero en los monocultivos cerealistas o las grandes extensiones de viñedo intensivo les será mucho más difícil (Villanúa et al.2011).

Viña intensiva y sin cobertura vegetal, donde apenas hay insectos

Pues bien, la semana pasada tuve la suerte de encontrarme con alguno de estos súper héroes, bandos de perdices de pocos días que sorteando un riesgo tras otro escalan días y se acercan a los tres meses, con su aspecto de adultos y mayor esperanza de sobrevivir.





Buenestado, F.K., Ferreras, P., Blanco-Aguilar, F.A., Tortosa, F. and Villafuerte, R. (2009). Survival and causes of mortality among wild Red-legged Partridges Alectoris rufa in southern Spain: implications for conservation. Ibis, 151-720-730.

Calderón, J. (1983). La perdiz roja, Alectoris rufa. Aspectos morfológicos, taxonómicos y biológicos. Tesis Doctoral UCM

Casas, F. and Viñuela, J. (2010). Agricultural practices or game management which is the key to improve red-legged partridge nesting success in agricultural landscapes? Environ Conserv. 37: 177-186

Villanúa, D., Torres, J., Leránoz, I., Ardaiz, J., Alzaga, V., Ros, F., Cormenzana, A. and Castién, E. (2011) Relationship between landscape heterogeneity loss and Red-legged partridge (Alectoris rufa) populations’ survival”. XXXth IUGB Congress and Perdix XIII, Barcelona, Spain.